Se apagaron los fuegos artificiales en la gran manzana y los cubanos que respiramos béisbol, volvemos la vista a la serie nacional, el primer acomodo para sentarnos en una silla tan pequeña, lo notamos desde el comienzo, con estadios semioscuros, uniformes mas apropiados para comparsas de carnaval que para jugar a la pelota, y terrenos en un estado que deja bastante que desear, sin embargo, los que queremos la pelota, ya empezamos a discutir sobre las posibilidades de este o aquel equipo, sobre los jonrones de Bell, o sobre las 250 de Lazo.
No importa que Cienfuegos le haga un collar al Habana, que de tantas argollas se le arrastre (26 ceros seguidos y solo 2 carreras en la subserie), o que Santiago desguace al involutivo Camaguey con 24 carreras en su primer juego de la temporada.
Por lo apreciado en este arranque, junto a la falta de un esperado y pedido cambio que permita una etapa con una mayor concentración de la calidad, parece predestinado, que como en toda competencia de salto alto, la varilla suba unos centímetros más para nuestros próximos compromisos importantes.
Desde la entrada de los peloteros de Grandes Ligas, sobrepasar el listón más alto que los demás equipos, ha sido imposible.
Todos los comentarios desde que entraron los llamados profesionales al ruedo, apuntan a una decadencia en el beisbol cubano, todos plantean un debilitamiento en la calidad, a partir de una serie de factores que no voy a perder tiempo en enumerar, sin embargo, mi punto de vista es otro, creo que los que seguíamos el beisbol en cuba no teníamos una referencia real de la calidad que existía en el beisbol mundial.
Apelo un poco a la memoria.....mundial del 69, con hit de oro del Curro Pérez.....mundial del 72, con Huelga bautizado como el héroe de Cartagena, los dos jonrones de Marquetti (el de foul y el bueno).....lechada de 1x0 de Vinent contra Japón en el 80, con estacazo de Muñoz.....Gourriel en Parma…
Durante muchísimos años Cuba dominó en cuanto torneo intervino, y creo que la clave para solucionar la ecuación a la que nos enfrentamos está en valorar la real calidad que tenían esos rivales a los que se vencía, en no pocas ocasiones, de manera apretada ( y casi siempre viniendo de abajo para empatar y ganar al final del juego). Peloteros que junto al guante, llevaban los libros para prepararse para el próximo examen o alguna herramienta de trabajo que con el apuro de hacer las maletas, se había colado en el equipaje.
Por supuesto que es un tema muy subjetivo, pero cabría preguntarnos que haría el equipo que fue al clásico, a la olimpiada, o incluso el que fue al mundial de Europa si los rivales fueran similares a los enfrentados en los eventos señalados, o mejor aún, que papel podría hacer cualquiera de los equipos de la mejor época (70-80) si hubieran tenido enfrente a peloteros de la MLB o de las ligas profesionales asiáticas.
Creo sinceramente que el problema mas evidente está en que nos creímos (o nos hicieron creer) los mejores durante mucho tiempo (somos cubanos, no?), y de repente, nos cambiaron muy bruscamente el entorno, sin darnos la oportunidad de cambiar nuestra mentalidad ganadora.
Objetivamente el equipo que fue al primer clásico estuvo bastante por encima de sus posibilidades reales al obtener un segundo lugar y muchos no quedaron conformes!!!!.
No hay que resignarse a ser segundones....analicemos si en realidad fuimos “primerones" alguna vez.
Ganaremos y perderemos, posiblemente nos cueste mucho trabajo poder obtener algún titulo importante en lo adelante, a eso es a lo que hay que acostumbrarse y verlo como lo normal.
Para los que prefieren los ejemplos: tome a cualquier equipo de la SN, por ejemplo el equipo Ciego de Ávila y póngalo a jugar durante muchos años en campeonatos de categoría 13-14, o 15-16, o en cualquier campeonato de trabajadores, evidentemente, Los Tigres serán campeones tanta veces , como campeonatos se jueguen…..regrese ahora a ese equipo a la SN y entonces después de algunas series, póngase a buscar las causas de su decadencia, porque Ciego no ha vuelta a ser el campeón de la liga….moraleja: No cambiamos a Ciego, cambiamos la liga y se acabó el eterno campeón, que no por dejar de serlo, podrá de seguro dar buenos juegos y hasta ganar su seriecita de vez en vez.
Ni teniendo al Soto como preparador, podremos volar más alto que los demás.
Por lo visto en esta primera semana de Serie Nacional, ojalá nos mantengamos como segundones, después de todo es un buen papel para esta liga.
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